Uruguay no solo ofrece una de las mejores calidades de vida de América del Sur. En este país hay un lugar ideal para aquellos jóvenes que desean escapar de la rutina, descansar en un pintoresco poblado frente al mar, con todos los servicios para una estadía placentera y con múltiples actividades para despejarse y para disfrutar de la tranquilidad: Punta del Diablo.
Sus eficientes sistemas de salud, educación y vivienda son solo una muestra de lo que la nación austral puede ofrecerles a sus residentes. Pero para quienes están de paso, para hacer turismo, la nación sudamericana también tiene mucho que ofrecer.
Punta del Diablo se ha convertido en un lugar ideal para el turismo en Uruguay. Su ubicación costera, a solo 45 kilómetros de la frontera de Brasil, entre el Océano Atlántico y la Laguna Negra, ofrece un escenario ideal para los jóvenes viajeros de América del Sur.
Este pueblo perteneciente al departamento uruguayo de Rocha ocupa cerca de 10 kilómetros de costa, donde se encuentran playas para todo tipo de actividades: pesca artesanal, visita familiar o práctica de surf.
Los jóvenes pueden practicar pesca para aficionados en la Playa de la Viuda, la de oleaje más bravo; las familias suelen preferir pasar una tarde más calmada en las aguas mansas y profundas de la Playa de los Pescadores, mientras que los amantes del surf descargan su adrenalina en la Playa del Rivero. No se puede dejar de mencionar la famosa Playa Grande, una de las cuatro pertenecientes al Parque Nacional Santa Teresa, que ofrece una vista paradisíaca de todo el océano.
El verano en Punta del Diablo es una temporada ideal para los paseos por su balneario. Sobre todo uruguayos, argentinos, brasileños y europeos se citan en un poblado que no llega a 1000 habitantes (según el censo de 2011), pero que cuenta con todo para los turistas: bares, farmacias, escuelas de surf, pescaderías, restaurantes, hoteles, puestos de artesanos, agencias de transporte, entre otros.
Además de las playas, Punta del Diablo ofrece grandes lugares turísticos, como el Cerro Verde, que forma parte del Parque Nacional de Santa Teresa; la fortaleza que lleva el mismo nombre; el fuerte San Miguel; la ciudad de Chuy, y más de 20 balnearios de calidad internacional, tales como La Coronilla y La Esmeralda. También resulta un verdadero atractivo ver en las aguas de estas costas uruguayas a las gigantes tortugas verdes, animales milenarios que están en peligro de extinción.
La gastronomía también es un punto a favor en este pueblo uruguayo: en las playas se consiguen empanadas, mientras que en restaurantes o bares más al centro se pueden degustar platos más elaborados y tradicionales a base de mariscos, pescados y algas. Todo esto en medio del armónico ambiente que ofrecen las decenas de artistas y músicos improvisados que se colocan en las calles para deleitar a residentes y visitantes.
Rocha es un territorio privilegiado por contar con un atractivo turístico de estas características. A 300 kilómetros de Montevideo (capital de Uruguay), con playas, pescadores, una laguna inmensa, bosque, cerro y gente amable, Punta del Diablo se presenta como el destino favorito para un escape hacia la tranquilidad en esta región del mundo.
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